Una clase también debe ser sana

Lara Navarro. Castelló

El sonido de una puerta retumba en las paredes de una clase llena de alumnos, el profesor, Juan Manuel Rodríguez entra como de costumbre, pero en vez de comenzar con la lección, el proyector se enciende y se refleja en la pizarra del aula la portada de un Power Point.

«¿Alguien sabe que es la salud mental?», esta frase causa desconcierto entre los alumnos, un murmullo se apodera de la clase de 2º de Bachiller del instituto Jorge Juan, de Sagunto. Ninguno tiene una respuesta concreta, balbucean palabras con tono inseguro, por miedo a que lo que digan no sea cierto, pero nadie se decide a alzar la voz.

La exposición sobre la importancia de la salud mental emprende su camino y los alumnos comienzan a presar atención, cada vez más. Este tema que pensaban que no iba a tener nada de interesante resulta ser más importante de lo que creían en su día a día.

Hoy en día, los problemas de salud mental en jóvenes han crecido exponencialmente y es un problema que se debe tratar, pero muchos de los adolescentes que lo sufren no son conscientes.

De vez en cuando, el profesor lanza alguna que otra pregunta, para ver la reacción de su clase, «¿Alguien ha sentido alguna vez que no quería levantarse con sensación de angustia?». Más de un estudiante levantó la mano.

Los principales síntomas de ansiedad en adolescentes aparecen de esta manera, de acuerdo con el Instituto Nacional de la Salud, el nerviosismo, la fatiga o el cansancio son algunos de los síntomas más comunes entre los jóvenes que sufren de salud mental. La respuesta de los alumnos sorprendió al profesor Rodríguez, es un desorden mental más común de lo que parece.

Varias jóvenes contaron su experiencia y como se sentían, no estaban acostumbradas a hacerlo. Los ojos de todos sus compañeros se centraron en ellas, en silencio, todos escuchaban atentamente a los relatos de sus compañeras, algún susurro tímido se sentía en la sala, pero nadie se atrevió a decir nada, es un tema muy importante para ellas.

Al final de la jornada, el profesor propone una actividad, escribir en un folio en blanco si alguna vez han sufrido alguno de estos síntomas y cómo consiguieron deshacerse de ellos. Tras unos pocos segundos, todos los estudiantes comenzaron a hablar entre ellos y a comentar entre ellos sus sensaciones tras la charla sobre la salud mental. De pronto, una sinfonía de folios, cremalleras de estuches y sonidos de bolis comenzaron a escucharse entre el barullo de los adolescentes.

Esta charla inconscientemente les había servido de gran ayuda, tras facilitar unos números de teléfono a los que podrían recurrir si en algún momento necesitaban ayuda para superar algún tipo de trastorno mental, la sesión se dio por finalizada. Un aplauso inundó el aula, dedicado a el profesor Juan Manuel Rodríguez. En ese mismo instante pasó de ser su profesor a ser también su amigo y confidente, al que poder recurrir si ellos lo necesitaban, sentimiento reflejado en los ojos de la clase.

Charla sobre la salud mental, IES Jorge Juan, Puerto de Sagunto